Soneto a la linaza
Se atribuye a Jan Van Eyck, el uso de su aceite
Linaza: ¡Un refresco por favor!, en cubo
bien helado. Contiene aceites digestivos,
antioxidantes, previenen cáncer, artritis,
mejora el sistema cardiovascular, fibra
molida, semillas prodigalidad de omegas,
antialérgicas, vitaminas, minerales: ¡Salud!
Acompaña zumo de limón, ha evolucionado
el Homo sapiens por consumir omegas, ¡Salud!
Inmunológico, rezuma inteligencia mi cerebro:
No tengo depresión, miro la certeza, conozco
lo más afectivo de memorias bellas, mi canto
una lozanía en la incógnita de Dios, la hipótesis
de tiempo y espacio y las miradas de ellas en mí,
elemental: ¡Quieren conocer la órbita del mundo!
Soneto a la chía
Chía, hierba, especie de las lamiáceas;
Cultivada en Mesoamérica: México,
Guatemala, Nicaragua, flores purpúreas
y blancas, brotes de ramilletes y endulzo
mi refresco favorito con chía y tamarindo:
nicaraguano como El espectro de la rosa
que día a día hacían del circo en alta cima
a Julio Cabrales. ¡jugo de chía y tamarindo!
¡Salud!, alma gemela, ilusión de un ideal.
Soledad de trinitarias con el solazo nomás.
Saltimbanquis, azules lejanías de Picasso.
Se anega el canto y el surtidor renueva pradera.
Se regodean nuevamente con su amada madre.
siemprevivas evocan pájaros los maestros magos.
Sonetos a la frutería y hortalizas
Soneto al higo
Planta consagrada a Dionisio
XXI
Morados, verdes, opiáceos, topacios granadinos:
Higos consagrados en la cesta inexorable del tiempo.
Infrutescencia en almíbares aliñados para ´chuparse
los dedos´ con estas célebres higueras, muy antiguas
en todo el mundo; en Medio Oriente y el Mediterráneo
datan su sabrosura, única, textura terciopelo, gomosas
las blondas rosas con semillas crujientes y comestibles.
Dulces higos sobrevivientes al diluvio, bienvenidos:
en cada paladar tanta delicia y tanta sinergia, real.
Manjar de Isis Inmortal. Dame dices y te los entrego:
Tuyas son las risitas orbitacionales desde el calcañal
con un susurro de besos en la nuca para mi anhelo.
Farfullas lila nacarado, aroma que invade el huerto.
Maracuyá
Pomelos y amarillas, ardillitas crujientes
del trópico
Néctar, fruto tropical que trepas para refrescar
bendiciones a mi hogar donde yace un río, quiero
entregar mi alma: baya carnosa o balausta de color
rojo y amarillo; diva Passiflora edulis, amazónica.
Te espero, soy tu Oriente y aguarda tu Sol, vierte
alas del aire y sueño en el alma de tu Occidente.
Esta sed exhorta a los astros, matizan enredaderas
y augustas crecen cual flores ante altar para mirarte
y unir mi destino de poeta, dispuesto a seres de otros
mundos, amores de cielos y besos inmortales y goces
infinitos, existencia de caricias y aroma de estancias
calman magia mi pecho, no me niegues la ternura:
verme es ver tus ojos y cuenta embeleso, esa historia
de vino inmortal y Sherezada con mil y una noches.
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