José Duval, Biografía
(Heredia, 1976)
Residente de San Pablo de Heredia, nacido el 3 de febrero de 1976
Realizó estudios de Manejo de Recursos Naturales en la UNED, además de Administración de Empresas en la misma universidad, Topografía en la UNA.
Autor de dos libros, Sendero Monserrat en el 2014 y Fotografía de Mujer Descalza en 2019.
En la faceta del medio ambiente ha participado con Los Amigos del Río Torres, Fundación Quetzal para la resiliencia del calentamiento global, y con la municipalidad de San Pablo de Heredia en la reforestación Del Parque del Norte que son 4 y media hectáreas de bosque secundario desde el 2016, donde a la fecha se cuentan con más de 1200 árboles sembrados, a la fecha.
Actualmente tiene algunos poemarios inéditos, libros de cuentos y dos novelas en proceso creativo e investigativo.
RAÍCES
A Quetzal
Te regalo el primer árbol que sembré en la vida,
también te regalo el último,
pero para ese último debes esperar,
esperar que el camino se nos haga largo, muy largo.
Si te juegas el chance conmigo,
si me esperas, yo me juego esa última siembra contigo.
Te regalo mis verbos
como te regalo los verbos de mi infancia, de mi presente.
Te regalo mis manos cubiertas de tierra,
como muestra de patrimonio.
Si aceptas, debes saber que te obsequio lo que tengo
/y lo que no/
porque te amo como Antoine de Saint-Exupéry
amo a su "Principito",
y como ese "Principito" amo a su flor,
o como Drácula amó a Mina Harker.
Si aceptas, te obsequio mis rabias
como te obsequio mi amor,
mi impaciencia y mi sosiego,
mi oscuridad y mi luz.
Por último, si llegaste leyendo hasta aquí,
y con suerte puede convencer alguno de tus sentidos,
permíteme ofrecerte todo lo anterior diciéndotelo al oído.
Así sabré que la suave tilma de tu piel es real,
y que yo sigo aquí sobreviviéndote.
HISTORIA DE LA INQUIETUD
Aquella noche salí a cazar estelas de mariposa;
no a la mariposa,
sino a ese maravilloso y raro vuelo errático que tienen.
Todo me salió mal, y todo me salió bien: me topé contigo y me encontraste.
Así hasta el día de hoy después de tantos años.
Tanto así, tan mal estuvo y tan bueno fue
que aquella noche no capturaste al animal que fui,
atrapaste su rugido: me cazaste.
*la caza animal por placer o por deporte es una abominación.
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