JUANA MARÍA NARANJO ZÁRATE
Nació en México, D.F. un 23 de noviembre de 1958. Poeta, escritora, cronista, motivadora en la lectura. Licenciada en Lengua y Literaturas Hispánicas: UNAM. Ha impartido talleres literarios en INBA, UAM, IMSS, INAH y algunas universidades de la República Mexicana. Tallerista del taller para talleristas. Mención honorífica en el Tercer Concurso de Haikú en español, por Japan Airlines en 1991. Miembro de la Sociedad General de Escritores desde 1992.
Colaboró en el Sol en la Cultura, Financiero y Praia Grande Brasil y en Diario Filipinas. En Editorial Praxis de México, D.F.
con cinco títulos de haikús: Mariposas de luz, 1993; Llovizna indeleble, 1995; Sable al silencio 1996; Privilegios del alba,
2000 y Aura en la retama, 2003. Organizadora del Homenaje a Dolores Castro Luminosa Raíz en el Museo CDMX, Abril 2018.
Incluida en la Revista Electrónica Tercera Vía. Voces violetas, julio 2018. Incluída en Antología de cuento Mundos Extraños;
Alja ediciones, 2018. Cuentos a Trasluz del Taller Palabra y Pensamiento, Narrativa del Tercer Milenio, Chihuahua Arde
Editoras 2019. Y en la Antología Palabras de Fuego en el país de las nubes 2019, Chihuahua Arde Editoras. La Tierra y el Cielo Centro de la Cultura Mixteca,2019. Y en la antología de poesía Urdimbres interiores, Alja ediciones 2020.
Actualmente imparte el Taller Literario Palabra y Pensamiento.
ESTE SAUCE SE OBSTINA…
Este sauce se obstina
tras los siglos
va erguido con el viento
domesticando con sonidos el silencio
en el sendero
de la hojarasca,
se enjarana premonitorio
a la sombra y con la cara al cielo
en sus doloridos troncos,
percute instantes cavernarios en la penumbra.
Este sauce se obstina
en la oscura edad
de su sombra
repliega la nostalgia con el viento
de la canícula
más a la izquierda
y en noches resecas de linfa
destila con filosa daga sus nostalgias.
Se obstina este sauce
en la cordura de los siglos
del aire de metal en los poros de sus hojas,
armónica cadencia en sextantes sinfonías
y tarareos maderales en las vetas
del tiempo, en febril tesón de sonidos
que arguyen al aliento primigenio
del SAX original.
DIGO RÍO…
Digo río
y se agazapan
las palabras
a las piedras
perdices de agua
sin tregua,
sólo el viento
y la tormenta
en sus decires,
es el día
a la primera ráfaga
que abre la mañana,
en el resonante
chasquido
a borbotones
sobre el cauce.
Y el viento
que replica
pleitesía
de doncel de alcurnia,
empoderado
viento
que de improviso
allanas
la verdecida trama
desde el pirú
y rasgas
con filosa daga
el temporal de lluvias
en las alebrestadas
ondas desde el agua
sobre el río,
en los responsos cálidos
de la luz
de junio;
acuclillada, desde antaño
en la corola de la dalia,
y en el clamoroso festín
del viento
de los pájaros.
Y llega la tarde,
llega
envanecida
cuando la luz mengua
más a la izquierda,
en el fragor del viento
y arde la enramada
desde el ciprés;
moribunda tarde
entre los cerros,
revelas
a la distancia
el desmayado halo
de tu voz,
y cómo va cayendo
tu último aliento
bermellón.
Y surges noche,
asombrada
de silencio
entre plañideras sombras
en la danza del viento
y la hojarasca;
en su mustio recato,
y los enormes troncos
en el parao
de la sabinera;
en aras de altísimos sabinos
y rebeldes luciérnagas
--mira cómo ya casi tocan
el cielo raso
y por su sed inmensa,
casi se embeben
las lluvias del verano;
y saben convalecer,
arribando
en estrepitosos cataclismos
y recuerdos maderales,
hasta llegar
sin trastabilleos
de tiempos sin par,
a los avezados aposentos
de la historia;
trascendiendo
y trastocando de raíz
memorables cuitas de antaño.
TU ÁRBOL ES FUERTE
Tu árbol es fuerte,
a tu árbol no lo tira ni el viento,
sus raíces son perdurables
y sabe de fragores
en rudas tormentas
cavila silencios de la noche
y revierte sinsabores a la sombra.
Tu árbol cavila los sinuosos traslados
de la hormiga
es testigo de magnos merodeos
del colibrí en el verano,
monasterio fulgurecido por los mirlos
tu árbol es santificada luz
si el sol lo toca.
Z
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