Leticia Taboada Ortiz.
Originaria del Estado de Veracruz, México, vive en Costa Rica desde hace más de cincuenta y cinco años, consagrándose a su familia y a la educación de la niñez costarricense, desempeñando puestos como Docente y Administrativa durante más de treinta años.
Hoy ya pensionada sigue proyectándose a través de la literatura con los niños y jóvenes.
Ha participado con sus pinturas en exposiciones individuales y colectivas en Costa Rica y México.
Colabora en forma voluntaria por la restauración de los privados de libertad en el programa A.P.A.C. en el Centro Penal de la Reforma, como parte de los programas del Sistema Penitenciario Nacional.
Profundamente esperanzada en un mundo sin violencia, defiende la vida y el equilibrio del planeta, pinta la poesía de sensibilidad social hacia los niños, la mujer y los oprimidos.
El Poema “SOY TIERRA”, es una muestra de su compromiso por la conservación y respeto al ser humano y nuestros recursos.
Los poemas: Rituales y Asombrosa cercanía pertenecen a mi libro Oda a Costa Rica. “Edén en el tiempo”
San José Costa Rica. Octubre, 2020.
Rituales.
Incesante ecos
revelan
grandeza y misterio.
Los pies descalzos
heredaron usanzas
del ropaje original.
Constelados
dioses, leyendas
piedras, entierros.
Mitos
del estrellado cielo
inspiraron
las tradiciones.
Subyugados
los pueblos
dejaron en ruinas
sus aldeas.
Sobre lava estéril
la amorosa tierra
hizo brotar el verdor.
Los asentamientos
esconden
secretos ancestrales.
2
Patrimonial
memoria
atesora
escenarios
ceremoniales
de la vida
y de la muerte.
Simbólicas figuras
lanzas, grabados
utensilios
y cerámicas
en las primitivas
chozas.
Con jade
y oro martillado
expresaron
la vida ancestral
de sus dioses
y símbolos.
En la ventana
del tiempo
el pasado
se asoma
¡fascinante!
3
Asombrosa cercanía
Enhiestas palmeras
abanican con su danza
los caminos sancarleños
La región exhibe
su fortuna lugareña.
Sonoros arpegios
entretejen
frondosidades
y retumbos.
La emoción
invade los sentidos.
Pirotécnico fuego
serpentea por su pendiente
incinerando el verdor.
Al despejarse
el manto de niebla
surge su imponente silueta.
Magnánimo.
El volcán Arenal
es altivo
…cautivante.
4
Abrasador carmesí
regala vapor
a las quebrada.
Curativos efluvios
y cálida serenidad
otorgan sus aguas
en balsámico abrigo.
La plenitud
de piel y espíritu
se experimenta
en sus afluentes.
Un acento orquestal
combinan las corrientes
ardientes y frías
envolviéndonos
en vaporoso manto.
Flora y fauna
conjugan
los milagros.
Dádiva terrenal
¡La Fortuna
de San Carlos!
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