MARIANELA TORTÓS ALBÁN
Participó en siete ocasiones del Encuentro Mujeres Poetas en el País de las Nubes en Oaxaca, México.
Ha promovido y colaborado en la promoción de intercambios poéticos nacionales e internacionales, incluyendo el Encuentro Internacional “Poetisas en Paraíso” realizado en Paraíso de Cartago en julio de 1999, con la participación de poetas de siete países.
Ha participado en los talleres literarios Círculo de Poetas Costarricenses dirigido por el poeta Laureano Albán; Poiesis, dirigido por el poeta Ronald Bonilla; y fue miembro del Comité Ejecutivo del Portal Literario Hojas sin Tiempo, dirigido por la poeta Leda García.
Sus poemas han sido publicados en variadas antologías y revistas de Costa Rica, México, Argentina, Brasil, Nicaragua y España (Opera Prima).
Tiene a su haber publicaciones de autor: Cuadernillo de poemas, La llama triple y Árbol de tus manos.
Publicación: Mar de día – Mar de noche, Mas siempre Mar (2016).
Actualmente tiene algunos poemarios inéditos en espera de publicación. En recopilación continua: Las luces del camino (mini pensamientos de aprendizajes en la vida).
CONTINUANDO
Son las cuatro
y, aun ya tarde,
las campanas florecen cada entusiasmo
y cada sonrisa
como de niño tremendamente
cargado de cascabeles.
Abrir las puertas
a los ángeles que se habían enredado
en las buganvilias del ocaso
para ir a correr los potreros
hechos nube de la infancia
seguirá de rutina
en los amaneceres de los años
ya después de las cinco.
Ay, y cuando a las seis vea venir a los abuelos
coronados de misterios,
cuando todos mis gatos
maúllen su esperanza
hecha la misma caricia
incrustada en mis sueños,
cuando mi madre redescubra
mis caminos y sombras,
entonces, ya pasadas las seis,
cerraré las campanas,
las puertas y los ojos
y volveré a nacer curvada en otra esencia.
DE CAMINO A LOS SUEÑOS
Cuando se camina hacia el agua
-como siempre voy sobre la arena-,
se empieza a amar el respiro
de cada remolino que se sueña.
Es difícil suicidar el verde
que sangra de la orilla del poema
cuando explotan las piedras
en las nubes del tiempo.
¡Y se camina como para gritar la vida!
Sé que también has tenido el mar
golpeando sus caracolas
detrás de los ojos
como a mí la sal me ha corroído el aire.
¡Ah, pero qué alto el universo
de mis velas cuando alcanzan
el canto del camino!…
esta abisal sonrisa multiplica el horizonte.
CASCADA AMBARINA
Llovió y pasaron los truenos
y su blancura alta
y alta que alcanza
la estrella del camino
que deslizó en mi cabello
su cascada ambarina
de nombres florecidos.
Soy yo,
toda agua y fuego:
fotografía ingrávida
de mis días y piedras.
Soy yo,
toda tierra y aire:
paisaje inexorable
germinado tras el llanto.
*Marianela Tortós Albán
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